18 febrero 2010

Estudios científicos advierten de los posibles efectos de los campos electromagnéticos

Publicado en Crónica de Aragón el 18. Febrero 2010
Por Juan Manuel Puértolas
Categoria: Ciencia y Tecnología, Magazine

Desde las recomendaciones de julio de 1999 de la CE sobre los niveles de exposición a los campos electromagnéticos y a la radiación electromagnética artificiales, el mundo ha cambiado mucho. El desarrollo y la explotación de la telefonía inalámbrica DCS, GSM, UMTS, radioenlaces, radio en frecuencia modulada, WI–FI, WIMAX, el teléfono domestico DEC, etc. ha creado un medio contaminado, por un cóctel de ondas electromagnéticas fabuloso, de una magnitud nunca superada por el ser humano, imponiendo niveles de exposición permanente a veces muy elevados –dependiendo de la distancia a la fuente de emisión– para lo que el organismo humano tiene por costumbre vivir.

Desde entonces numerosos estudios científicos y comisiones de científicos a nivel internacional advierten de la necesidad de prestar atención a los posibles efectos de los campos electromagnéticos –CEM–. En septiembre del 2007, la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) cuestionó los límites de exposición actuales a los CEM, incluidos los emitidos por los sistemas WIFI. De acuerdo con el Grupo de Trabajo Bioiniciative, el Parlamento Europeo en abril del 2009 aprobó con la casi unanimidad de sus diputados (522 votos a favor, 16 en contra) una resolución donde se solicitaba al Consejo “modificar su recomendación 1999/519/CE con el fin de tener en cuenta unas mejores prácticas nacionales y fijar así unos valores límites de exposición más exigentes para el conjunto de los equipos emisores de ondas electromagnéticas en las frecuencias entre 0,1MHz y 300GHz.” Hasta ahora no se ha hecho nada en la práctica.

Que los límites fijados en 1999, no se hayan revisado todavía es absurdo dice la Eurodiputada Frédérique Ríes.

Algunos países Europeos son bastante restrictivos respecto al principio de precaución, de modo que Bélgica, Polonia, Luxemburgo, Grecia, Liechtenstein, incluso algunas ciudades como París, Salzburgo, y últimamente en España Leganés y otros municipios españoles, van más allá.

En Salzburgo, de un límite en 0,6 voltios/metro, o lo que es 0,1 microwatios/cm², ha sido revisado de nuevo hasta 0,01 microwatios/cm², contra los 41 voltios/m de la recomendación Europea de 1999, que a pesar de invitar a los Estados miembros a reducir los límites de exposición a lo más bajo posible, en el caso de España se formalizó en un decreto, el 1066 de septiembre de 2001 con esos altísimos límites a 41 voltios, incapaz de soportar por el ser humano en exposición permanente sin graves daños a su salud.

Ciertamente, la “Comisión Barroso” no ha hecho tan apenas nada en estos últimos años de su presidencia, a pesar de que en Europa se ha gastado una considerable cantidad de dinero en investigación. En el caso de los principales proyectos, concretamente el REFLEX, que fue el primero, acabó en dique seco tras el alumbramiento de sus conclusiones a finales del 2004, cuando se publicó que de los 12 laboratorios Europeos que habían participado, 11 habían llegado a la conclusión de que la radiación de la telefonía móvil, a los límites de exposición actual, produce modificaciones en el ADN celular. El impacto fue tal, que aunque los organizadores de la investigación con el profesor y coordinador del proyecto Frank Adlkofer a la cabeza, solicitaron ampliar el presupuesto para estudiar cuales eran los mecanismos por los que se producía esa modificación del ADN celular, fuertes presiones al parecer de la industria, evitaron la continuidad de la investigación, quedando varada y sin posibilidades de continuar.

En cuanto al proyecto INTEPHONE de la OMS, cuyas conclusiones definitivas se van retrasando de forma incomprensible, los adelantos que se hacen de las mismas por científicos participantes en la investigación, sugieren que el uso de teléfonos móviles puede promover la aparición de ciertos tumores cerebrales. Los resultados iniciales del estudio INTERPHONE, comenzado en 1999 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) en 13 países industrializados, sugieren que las personas que han utilizado teléfonos móviles con regularidad desde hace 10 años se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar ciertos tumores.

El estudio se centra en cuatro tipos de tumores que afectan al cerebro o las partes de la cabeza alrededor de las orejas. Cada participante recibió un cuestionario para participar en una encuesta detallada sobre su uso de los teléfonos móviles, sus perfiles demográficos, sean o no utilizadores de otros sistemas de comunicación, si fumaban, y sobre su historia médica personal y familiar. En total, se entrevistó mediante un protocolo común a 2.765 personas con gliomas, 2.425 con meningiomas, 1.121 con neurinomas del acústico y 400 con cáncer de la glándula parótida, junto con un grupo control de 7.658 personas.

Para los gliomas, el cáncer de cerebro para los que el riesgo de mortalidad, es más alta el estudio INTERPHONE afirma que “la puesta en común de datos procedentes de los países escandinavos y el Reino Unido ha identificado un mayor riesgo de desarrollar este tipo de tumor en el lado de la cabeza utilizados normalmente para llamar por teléfono”. Los resultados sugieren que tanto la probabilidad de desarrollar un glioma de los usuarios después de 10 años es de hasta 60% mayor en los países escandinavos… casi el 100% en Francia y cerca de 120% en Alemania.

Hay muchos más estudios relevantes, no podemos dejar de nombrar entre otros la tesis doctoral defendida en la Universidad Católica de Lovaina – UCL (Bélgica) en junio de 2008 ante un jurado internacional de expertos. Dirk Adang, supervisado por el Profesor André Vander Vorst –autoridad mundial en el mundo del bioelectromagnétismo– midió el impacto de las ondas electromagnéticas en cuatro grupos de ratas. Los roedores de tres de estos grupos se presentaron en un período de 18 meses, equivalente al 70% de sus vidas, a diferentes niveles de exposición electromagnética en consonancia con las normas internacionales. El grupo de control no fue expuesto.

Dos conclusiones importantes surgen de este estudio. La primera se refiere al efecto de la exposición sobre el sistema inmunitario de las ratas. El análisis de muestras de sangre llevadas a cabo cada tres meses, según Dirk Adang señala un aumento de los monocitos, glóbulos blancos implicados en la eliminación de cuerpos extraños en el organismo, en las ratas de los tres grupos expuestos en comparación con el grupo control. Este hallazgo sugiere que el organismo responde a la exposición a dosis electromagnéticas bajas como una agresión exterior. Un segundo resultado se refiere, y más preocupante a la tasa de mortalidad: 60% de las ratas en los tres grupos expuestos murió dentro de los tres meses siguientes al final del experimento, contra 29% en el grupo control.

En cuanto a las antenas de telefonía, es cierto que hay pocos estudios realizados a diferencia de los hechos con los celulares. Realmente la preocupación en la CE ha sido mayor en cuanto a la incidencia de los celulares sobre la salud, que las antenas de telefonía, y desde luego ya va siendo hora de elevar el compromiso, dado que la exposición a la radiación de las antenas de telefonía es permanente a diferencia de la de los móviles. Además, las antenas de telefonía van acompañadas de radioenlaces a frecuencias de radar, sin existir mecanismos severos de control público.

No obstante, hay varios estudios a destacar realizados por científicos serios como el Estudio Hispano–Austriaco del posible efecto sobre la salud por la exposición crónica de Radiofrecuencias provenientes de las Estaciones Base de Telefonía Móvil: Oberfeld Gerd, Navarro A. Enrique, Portolés Manuel, Maestu Ceferino, Gomez–Perretta Claudio, en España, Wolf&Wolf en Israel. Un estudio alemán realizado en Naila (Naila Study): Eger et al., 2004. El estudio Austríaco, Occup. Environ. Med. 2006; 63;307–313 H–P Hutter, H Moshammer, P Wallner and M Kundi. University of Viena. Los trabajos del desaparecido Dr. Santini, y otras resoluciones científicas independientes que al parecer, no son suficientes para convencer a los gobiernos y autoridades sanitarias a extremar el principio de precaución. Trabajos que podrán encontrar publicados en diferentes webs, de la que destacaré www.asides.es a través de la cual se puede conectar con una lista de enlaces donde encontrarse con información fiable.

Según cuenta la diputada Frédérique Ries que presentó en 2009 un contundente informe en el Parlamento Europeo, dice que con respecto a la industria, hay enormes intereses en juego. La falta de la publicación definitiva de INTERPHONE y la falta de coherencia presupuestaria todavía no se han abordado. Según la Sra. Ries, asevera que el informe no ha gustado a la industria, incluso recibió una carta muy agresiva. Llevo 10 años aquí, así he trabajado en temas polémicos con anterioridad, pero nunca había recibido una carta tan feroz, matiza.

En Europa se han producido varias sentencias judiciales a favor del principio de precaución desde la sentencia de Frankfurt de 27 de septiembre de 2000, la de Erandio de junio del 2001, la de 13 de febrero de 2001 de la Audiencia Provincial de Murcia, la sentencia del Tribunal de Apelación de Versalles (Francia) de febrero de 2009, donde se reconoce que las antenas de telefonía son un peligro para la salud. En la reciente de 25 de diciembre de 2009 del Tribunal de Brescia (Italia), el juez reconoce el nexo causal y consiguiente sentencia de invalidez por exposición profesional a campos electromagnéticos.

Las operadoras se enfrentan con miles de procesos judiciales. Hay cientos de sentencias favorables a los intereses de los Ayuntamientos que defienden recuperar la legalidad urbanística, y en favor del principio de acuerdo sobre la unanimidad en las comunidades de propietarios, teniendo en cuenta la Ley de la Propiedad Horizontal

Resulta llamativo que en Zaragoza, al contrario de hace unos años, el Ayuntamiento actualmente pierda todas las sentencias. Desde el movimiento vecinal se ve a esta Institución Pública con poco interés para defender la legalidad urbanística, es más, está haciendo flaco favor a los ciudadanos pues las sentencias desfavorables por mal presentadas y mal defendidas, están creando importante jurisprudencia que resulta demoledora para el ciudadano que quiere utilizar los recursos de legalidad urbanística, para librarse de la exposición a las ondas electromagnéticas de las antenas de telefonía. Por si fuera poco, el Alcalde advierte a los concejales de los grupos municipales que votan en contra, que tendrán que pagar las costas de los juicios que se pierdan. De los macro–gastazos de sus “divinidades” no dice nada.

Por otro lado, desde hace nueve años que se aprobó la ordenanza que regula el espacio radioeléctrico, se está incumpliendo reiteradamente por el mismo ente que debe vigilar que se cumpla: –URBANISMO– en varios artículos. Destacando la disposición adicional segunda: se presentará anualmente un certificado de mantenimiento de niveles y condiciones de la licencia y cumplimiento de la ordenanza firmado por técnicos competentes y visado por el colegio profesional, que se incorporará a dicho registro.

La tercera: El Ayuntamiento de Zaragoza creará un órgano técnico de seguimiento integrado por representantes del Instituto Municipal de la Salud Pública, Área de Urbanismo, Universidad de Zaragoza (Departamento de Ingeniería Electrónica y Departamento de microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública), Instituto Tecnológico de Aragón y cualquier otro organismo técnico o sanitario cuya participación así se disponga por el Pleno Municipal. La disposición transitoria: …habrán de adaptarse a lo previsto en la ordenanza…mediante la tramitación de los necesarios expedientes de legalización…todo ello en el plazo de un año, contando a partir de la fecha de entrada en vigor de la presente Ordenanza. Las instalaciones de telecomunicaciones no legalizadas deberán ser retiradas de acuerdo con lo establecido en el artículo 8º –2 de la presente Ordenanza.

A fecha actual, siguen sin cumplirse en absoluto. Claro ejemplo de ello es la antena ubicada en el Nº4, de la Avd. Pablo Ruiz Picasso. Instalada desde hace 11 años; 2 sentencias, la segunda ratificada en el TSJA en 2004 a favor de los intereses del Ayuntamiento para desmontarla, que se obviaron. Largas y más largas en el tiempo a la operadora hasta la fecha actual y sin licencia ni posibilidad de licencia ahí está. Disfrutando de la “gracia” y el “favor” del espíritu gobernante, que permita su perpetuidad hasta que finalice el contrato.

Llama la atención que la ley de protección medioambiental de julio de2006 de la Comunidad Autónoma de Aragón, siga considerando a las antenas de telefonía como actividad exenta de ser clasificada cuando de el Real decreto 1066/09/2001 insinúa todo lo contrario. En cuanto a la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Zaragoza, es criticable que se limiten a obligar a las operadoras a minimizar el impacto visual bajando los mástiles, sin querer darse cuenta de que esto supone acercar todavía más los lóbulos de radiación al ciudadano incrementando los niveles de exposición de las personas más cercanas a la instalación.

Ante la advertencia ciudadana, sus miedos al riesgo, y en su lucha por afinar el principio de precaución que se viene demandando en los documentos internacionales, en general la inmensa mayor parte de los Gobernantes y muchos políticos, desde su perspectiva tozuda y cerrada, no prestan otra atención a los ciudadanos que la del desprecio.

La conducta de las Autoridades Sanitarias, escépticos –ante la preocupación ciudadana que se lamenta por sentirse afectada–, no ven la necesidad de realizar estudios epidemiológicos de calado. En Aragón ni siquiera superfluos.

A los responsables de gobierno, se les ha encorsetado la opinión de que es un movimiento de gentes que están en contra de la telefonía móvil y las telecomunicaciones, cuando lo que están reclamando es un sistema incapaz de producir efectos biológicos con consecuencias adversas en las personas afectadas. Quizás un reto, pero ¿acaso la política no es un reto? Así como la tecnología.

Demuestran no entender, ni querer entender a la población.

En una entrevista hecha por Antonio F. Muro de la revista D Salud, al fiscal de Medioambiente de la Comunidad de Madrid, D. Emilio Valero, en el año 2006, el Fiscal contestaba: “Mire usted, en nuestro país existe un problema importante de falta de sensibilidad en la clase política al menos en relación con el medioambiente y el urbano. A veces hay sensibilidad a nivel privado, pero no se manifiesta luego en el aparato de los partidos, en la toma de decisiones. Esa ausencia de sensibilidad, que a mí me parece asombrosa, es el problema fundamental que tenemos en la clase política” (fuente: dsalud.com).

Mientras tanto, desde los ciudadanos desprotegidos, se reclama precisamente protección y por si acaso prevenir como lo hacen en Salzburgo, y actualmente en otros municipios Españoles. No sea que en futuro nos encontremos con los mismos problemas que se tuvo con el tabaco y el amianto… y tengamos que lamentarnos con posterioridad.

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