Es la segunda instalación de este tipo que el Ayuntamiento desmantela desde la entrada en vigor de la ordenanza en 2007
Publicado en elcorreo.com el 05.06.10 - IVÁN ALONSO | PORTUGALETE.
La guerra contra las antenas de telefonía móviles ilegales continúa en Portugalete. Tras varios recursos, Telefónica tuvo que retirar a principios de esta semana la instalación que desde 2005 mantenía en un pabellón industrial del barrio de Pozo Pando. El lunes los técnicos municipales comprobaron que la empresa por fin había desmontado y retirado la antena tras anular su suministro de energía y desmantelar los equipos que se encontraban en un habitáculo del interior del edificio.
Fue en 2005 cuando, tras una inspección, el equipo de gobierno local exigió a Telefónica que demoliera la instalación ilegal y le dio un mes de plazo para ello. La compañía inició entonces una cascada de recursos ante la justicia que le llevó hasta el Tribunal Superior del País Vasco que, finalmente, el año pasado desestimó su última apelación. «Durante todo ese tiempo, Telefónica ha seguido usando sus instalaciones con normalidad y obteniendo beneficios», denuncian fuentes municipales. Con esta son dos las antenas que Portugalete ha conseguido retirar desde que en 2007 se aprobó la ordenanza que regula su uso. La primera fue la que Vodafone tenía en la calle Bernardo Castet. El Consistorio también mantiene pleitos por una instalación de la calle Araba y por las pequeñas antenas que mantiene el Gran Hotel Puente Colgante.
La explica el concejal de Nuevas Tecnologías, Ángel Anero. «Nosotros no entramos a valorar si son perjudiciales para la salud o no, pero sí tenemos una ordenanza municipal que regula la instalación de estos equipos y que dice que no se pueden poner en cualquier parte». En concreto, la normativa aclara que los operadores que quieran colocar estos dispositivos en Portugalete deben presentar un plan de instalación que aclare qué número de antenas es necesario en la villa. «Con estos datos acudimos a la Escuela de Telecomunicaciones de Bilbao donde nos confirman la necesidad técnica y el número real óptimo de amplificadores», explica.
Comunidades de vecinos
Comunidades de vecinos
La ley también exige que la antena sea compartida con otros operadores y recomienda su instalación en edificios públicos en vez de en terreno privado. Sin embargo, durante los últimos años tanto las autoridades como los ciudadanos han detectado la presencia de estas antenas en lo alto de comunidades de vecinos. Las compañías suelen ofrecer una cantidad de dinero a los propietarios a cambio de la instalación. «Las ponen incluso por la noche o aprovechando la confusión de unas obras cercanas», advierte Anero.