En este día mundial del niño con cáncer es de vital trascendencia visibilizar la contaminación electromagnética como factor de riesgo ambiental asociado al cáncer, como ocurre con la contaminación atmosférica, o el sedentarismo incluido en la lista de malos hábitos de vida asociados al mismo.
Es un hecho constatado que el 90% de los casos de cáncer están causados por factores ambientales, por lo que una gran parte de ellos son evitables con buenos hábitos de vida y entornos saludables, como señaló Christopher Wild, director de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer/IARC (Organización Mundial de la Salud) en el 23 Congreso Mundial de la Sociedad Internacional de la Epidemiología Ambiental cerebrado en el 2011 y en el que han participado más de 1.200 epidemiólogos de todo el mundo.
Christopher Wild posteriormente dió a conocer los resultados del Informe Mundial del Cáncer 2014, los cuales revelaron que las tasas de cáncer están creciendo a un ritmo tan rápido que podemos hablar de catástrofe humana y crisis de salud global: la incidencia mundial del cáncer se había incrementado en cuatro años en un 11%, preveyendo que los casos de cáncer en todo el mundo aumentasen un 75 % en las dos próximas décadas. En base a ello Wild afirmó:"Estas nuevas cifras y previsiones son un indicio inequívoco de que es necesario adoptar medidas inmediatas para hacer frente a esta crisis humana”. Es por ello que recomienda reforzar las políticas de prevención del cáncer, dado que más del 30% de las defunciones por cáncer podrían evitarse modificando o evitando los principales factores de riesgo.
Cary Adams, Director Ejecutivo de la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) en el día mundial contra el cáncer 2014 exigió a los gobiernos de todo el mundo que actúen para evitar millones de muertes prematuras e innecesarias previstas por cáncer mediante un plan nacional que incluya medidas preventivas.
Las radiaciones de radiofrecuencias, emitidas por antenas de radiotelecomunicaciones, dispositivos móviles e inalámbricos, así como las de extrabaja frecuencia emitidas por líneas eléctricas y transformadores, instalaciones eléctricas, aparatos eléctricos, han sido clasificadas por la IARC como posibles carcinogénicas en humanos, al igual que el DDT y el plomo prohibidos en la actualidad.
Tal y como afirma el Informe Bioinitiative “las pruebas científicas de los efectos de la radiación electromagnética en la salud humana” (1), todas las formas de cáncer pueden estar relacionadas, o empeorar, por la exposición a campos electromagnéticos. El enorme costo para la sociedad y el impacto en el sufrimiento humano que supone no tratar este problema exigen la adopción de medidas de fondo de salud pública y la intervención de los organismos públicos encargados de la protección de la salud pública, que deben de actuar sobre la base de las pruebas disponibles.
El informe Bioinitiative está basado en la revisión de más de 4000 estudios científicos. El Parlamento Europeo ha pedido que se tenga en cuenta como el documento más completo que se ha realizado hasta la fecha, habiendo intervenido en su redacción la Agencia Europea de Medio Ambiente, organismo oficial cuya misión es asesorar a los estados miembros de la UE y a sus instituciones (Parlamento, Comisión y Consejo Europeos) acerca de las políticas ambientales.
La actualización 2014 del Informe Bioinitiateve, en base a investigaciones más recientes, avanza que las radiaciones electromagnéticas pueden clasificarse como “carcinógeno humano conocido” (como el tabaco y el amianto). Esta conclusión se ve reforzada por los resultados del estudio animal más importante sobre la radiación del teléfono móvil y cáncer del Programa Nacional de Toxicología del Instituto Nacional de Salud, agencia sanitaria del gobierno federal de EEUU, los cuales confirman que las radiaciones del teléfono móvil son la causa probable de cáncer cerebral y de corazón.
En relación con la leucemia, el tipo de cáncer más frecuente en los niños, siendo el cáncer infantil la primera causa de muerte por enfermedad hasta los 14 años, tal y como narra el Informe Bioinitiative, un total de 42 estudios epidemiológicos publicados que la relacionan con los campos electromagnéticos de la red de alimentación eléctrica, nos desvelan que se encuentran entre los factores más estudiados. Excepto la radiación ionizante (rayos X y radiación nuclear) ningun otro factor ambiental se ha establecido tan firmemente para aumentar el riesgo de leucemia infantil. No hay ningun factor de riesgo identificado hasta el momento que por condiciones insólitas se haya propuesto posponer o negar la necesidad de tomar medidas para reducir la exposición.
Vistas las pruebas de menores tasas de supervivencia para pacientes con leucemia infantil en niveles de campos electromagnéticos de extrabaja frecuencia entre 330 y 500 veces menores que lo permitido por la legislación estatal española, el ambiente para la recuperación de estas niñas y niños debe tener bajos niveles de esta radiación.
En lo concerniente a los tumores cerebrales, uno de los tipos de cáncer más comúnes entre niños, el Informe Bioinitiative recomienda una fuerte acción preventiva, y da claras advertencias de salud pública para prevenir una epidemia global de tumores cerebrales como resultado del uso de los teléfonos móviles.
La Academia Europea de Medicina Ambiental afirma que sería importante considerar una posible relación del cáncer con la exposición a los campos electromagnéticos.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en su Resolución 1815 “los peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el medio ambiente” (2) lamenta la falta de respuesta a los riesgos sanitarios a pesar de todas las peticiones de aplicación del principio de precaución. Además afirma que esperar a tener pruebas sólidas antes de tomar medidas para prevenir los riesgos conocidos puede provocar costes sanitarios muy elevados, como fue el caso del tabaco y el amianto”. Asimismo, la Agencia Europea de Medio Ambiente concluyó la necesidad de medidas preventivas eficaces para proteger la salud humana y asi evitar escándalos empresariales como las dolorosas crisis de salud del amianto y el tabaco.
Es fundamental dejar bien claro que argumentaciones que pretenden justificar la inacción en las políticas preventivas del cáncer infantil frente a este tóxico ambiental, en base a que no está demostrado que el cáncer esté causado por las radiaciones electromagnéticas, son contrarias al principio de precaución de obligada aplicación por las administraciones públicas, cuya aplicación supone la prohibición, cesación o limitación de la actividad cuando existen indicios fundados de una posible afectación grave de la salud pública, tal y como recoge la Ley 33/2011 General de Salud Pública (3).
Es por todo ello que el Ministerio de Sanidad tiene que poner urgentemente en marcha las campañas de información y de sensibilización sobre los riesgos (entre los cuales se encuentra el cáncer) y cómo evitarlos o minimizarlos, riesgos asociados al uso de dispositivos que emiten contaminación electromagnética. Esto es lo que demandan el Parlamento Europeo (4), y la Resolución 1815 del Consejo de Europa, institución de máximo peso en la defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales, cuyas recomendaciones suelen ser tenidas en cuenta por los estados miembros. A esta resolución se han adherido los Parlamentos Vasco y Navarro, las Juntas Generales de Gipuzkoa y los ayuntamientos de San Sebastián, Vitoria, Hospitalet del Llobregat y Jerez de la Frontera, además del Colegio Oficial de Biólogos de Galicia.
Debe hacerse especial hincapié en la estricta necesidad de dichas campañas informativas, campañas orientadas preferentemente hacia los sectores más vulnerables de la población a este tóxico ambiental, como es el caso general de las embarazadas y del colectivo infantil, más necesarias todavía si padecen cáncer, dado que su vulnerabilidad es aun mayor si cabe.
Ha llegado el momento de que las administraciones públicas pongan en marcha las medidas protectoras precautorias de la población demandadas con carácter urgente desde múltiples organismos oficiales e instituciones, medidas como las recogidas en el Manifiesto Europeo de apoyo a una Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) por una regulación de la exposición a los campos electromagnéticos que proteja realmente la salud pública. Entre los firmantes de este manifiesto europeo hay científicos, investigadores y expertos, así como colegios y asociaciones profesionales y representantes de organizaciones de la sociedad civil (consumidores, vecinos, sindicalistas, madres y padres, ecologistas, ambientalistas y defensoras de la salud, de personas afectadas por el síndrome de sensibilización central y de tumores cerebrales procedentes de 26 países: http://www.peccem.org/DocumentacionDescarga/Campanas/ICE2013/CAS_MANIFIESTO_EUROPEO_DE_APOYO_A_LA_ICE.pdf
La mayor parte de las referencias del presente documento están recogidas en las notas del Manifiesto Europeo, estando identificadas con su correspondiente número del Manifiesto:
(1) Ver nota 5.
(2) http://www.apdr.info/electrocontaminacion/Documentos/Institucions_Europeas/P.A.C.E.06.05.11_cas.pdf
(3) Ver artículo 3 de https://www.boe.es/boe/dias/2011/10/05/pdfs/BOE-A-2011-15623.pdf
(4) Ver nota 9.