26 septiembre 2009

Dr. Carlos Sosa - Acción de Tutela

Medellín, 12 de marzo de 2.009

Señores

Honorables Magistrados

Tribunal Superior de Medellín- Sala Penal

REPARTO

Ciudad
E.S.D.

ASUNTO:  Acción de Tutela
ACCIONANTE: Juan de la Antena
ACCIONADOS: Municipio de Medellín (Secretaría de Salud del Municipio),  Departamento de Antioquia (Dirección Seccional de Salud de Antioquia), Ministerio de Comunicaciones de Colombia, Ministerio de Protección Social, Ministerio del Medio Ambiente

El Dr. Leif Salford, neucirujano del hospital de la Universidad de Lund en Suecia, ha afirmado que la irradiación de cerca del noventa por ciento de la humanidad con campos electromagnéticos provenientes de la telefonía celular, constituye el experimento más grande jamás realizado en toda la historia de la humanidad. Los efectos médicos y en la salud humana producidos por las microondas y las radiofrecuencias de la telefonía celular son catastróficos y así ha sido demostrado por la Ciencia Médica desde hace más de 100 años. El actual estándar legal colombiano es producto de un fraude médico internacional.

La irradiación de cientos de miles de mujeres embarazadas en la ciudad de Medellín y en todo el país con campos electromagnéticos de microondas y/o radiofrecuencias provenientes de las torres o estaciones base de telefonía celular  e internet inalámbrico, sin ningún tipo de estudios médicos previos sobre su inocuidad en ninguna parte del mundo, constituye una violación flagrante de la Etica Médica, de la Declaración de Río de las Naciones Unidas, de la Declaración de Helsinki, del Código de Nuremberg, del Principio de Precaución, de la Ciencia, de la Ley y de la Constitución Colombiana. No existen estudios médicos en el mundo sobre los efectos que tiene esta irradiación con campos electromagnéticos en el producto de la concepción humana. Es más, tampoco pueden existir, porque no se puede experimentar con una señora embarazada para ver si hay malformaciones en el feto cuando nazca luego de su irradiación. Se está atentando contra la integridad física de millones y millones de ciudadanos en el Valle de Aburrá y en todo el país, a pesar de las evidencias médicas al respecto. Con el silencio de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia y de la Secretaría de Salud del Municipio, se está incurriendo en actos INMORALES, ya que la experimentación con productos nocivos en seres humanos y particularmente en mujeres embarazadas, está prohibida internacionalmente por el Código de Nuremberg y los códigos internacionales de ética médica.

Tanto la administración del Municipio de Medellín, del Departamento de Antioquia como del gobierno nacional, están favoreciendo intereses económicos foráneos en contra de la integridad física de millones de ciudadanos. Ninguno de estos entes tiene los funcionarios idóneos, doctos y competentes para abordar el problema de los efectos médicos  de los campos electromagnéticos producidos por la telefonía celular y el internet inalámbrico. No hay un solo funcionario público en el país con el conocimiento de causa necesario sobre los efectos médicos de los campos electromagnéticos (microondas y radiofrecuencias) y sus consecuencias en la salud humana. No existe ninguna publicación médica internacional en ninguna parte del mundo por parte de funcionarios del Municipio de Medellín, del Departamento de Antioquia o de la Nación sobre los efectos que tienen los campos electromagnéticos de las torres de telefonía celular y el internet inalámbrico en la salud humana.

Las denuncias internacionales sobre los daños producidos al ser humano por la telefonía celular y sus redes de distribución, partieron directamente desde el interior de la industria celular de los Estados Unidos. Estas han sido realizadas por el epidemiólogo y jurista norteamericano Dr. George Carlo. El Dr. Carlo fue contratado directamente por la industria celular norteamericana CTIA (Cellular Telephone Industry Association- Asociación de la Industria de Telefonía Celular) en el año de 1.993, en calidad de jefe de investigación médica y epidemiología con el fin de investigar los posibles efectos en la salud humana de las radiaciones electromagnéticas provenientes de este sistema de comunicación, bajo exigencia directa del gobierno federal de los Estados Unidos. El Dr. Carlo demostró como la industria celular norteamericana tenía evidencias desde antes del año dos mil sobre los daños neurológicos, cardiovasculares, hematológicos, genéticos, electrofisiológicos, endocrinológicos, etc, producidos por la telefonía celular. Esta evidencia le ha sido ocultada a la sociedad norteamericana y al mundo. Carlo fue destituído en el año dos mil al negarse a vender la conciencia y ocultar esta información. Con el fin de amedrentarlo, ya que no lo podían asesinar por ser una figura pública internacional, le quemaron su casa en los Estados Unidos.

La declaración oficial hecha por la Organización Mundial de la Salud en el mes de octubre de 2.008, a través de su Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, en el sentido de que “EL USO DEL TELEFONO CELULAR ES CANCERIGENO”, dejó sin ninguna base médico-científica los argumentos de funcionarios públicos colombianos que defienden los intereses económicos de empresas entranjeras de telefonía celular en el país, en contra de la integridad física de millones y millones de ciudadanos colombianos. Y de paso quedó evidenciado el FRAUDE MEDICO INTERNACIONAL defendido por una fracción corrupta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encabezada por físicos e ingenieros del Proyecto de Campos Electromagnéticos que dicen saber muchísima Medicina. La confrontación directa al interior de la OMS  entre los Médicos Oncólogos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (órgano oficial de la OMS en materia de Oncología Médica) y los físicos e ingenieros (al servicio de la industria de la telefonía celular norteamericana y europea) del Proyecto de Campos Electromagnéticos de la OMS y de la ICNIRP (Comisión Internacional para la Protección de la Radiación No-ionizante) es BRUTAL Y FLAGRANTE.

Localmente, el caso del Dr. Carlos Adolfo Sosa Rodríguez, médico y cirujano que sufrió lesiones neurológicas por la exposición a la torre de la empresa de internet inalámbrico Meganet S.A. de la ciudad de Medellín con el total conocimiento PREVIO por parte del Ministerio de Comunicaciones, ha recibido publicidad en todo el planeta. Como este, son cientos de miles de casos alrededor del mundo los que se están presentando con MUERTOS y heridos alrededor de las torres de telefonía celular e internet inalámbrico. En fecha reciente, el Dr. Sosa evaluó conjuntamente con un grupo de expertos internacionales en la materia, la literatura médica mundial  para la Agencia de Protección del Medio Ambiente de la Gran Bretaña en cabeza de Sir William Stewart.

Distintos institutos, universidades, investigadores, laboratorios, médicos, tratadistas, agencias y comités han señalado cómo la industria celular se tomó desde 1.996 el proyecto de investigación de campos electromagnéticos de la Organización Mundial de la Salud, hecho éste que es de público conocimiento en todo el planeta. Dentro de un marco de mala fé y corrupción, funcionarios provenientes de la industria celular norteamericana y europea rigen actualmente los destinos en materia de salud al interior de la OMS en todos los países del mundo con respecto a la  telefonía celular y sus efectos médicos. Esta es una clara muestra de interés indebido y conflicto de intereses al interior del Proyecto de Campos Electromagnéticos de la OMS, regido por ingenieros y fisicos; jamás por médicos. Estos intereses creados por parte de funcionarios de la OMS están prohibidos según su propia normatividad interna.

La estructura de corrupción en torno a la telefonía celular y el internet inalámbrico al interior de la Organización Mundial de la Salud, sigue exactamente el mismo patrón de corrupción de todos los escándalos criminales que ha encabezado históricamente la Organización Mundial de la Salud. Estos escándalos han girado siempre alrededor de la utilización internacional de productos deletéreos o MORTALES para el ser humano.

En esta lista brillan los productos que atentan contra la salud y la dignidad de la humanidad, por ejemplo el tabaco, el DDT, la dioxina, el DES,  el asbesto o amianto, el PCB, los halocarbones, el TBT, el MTBE, la talidomida, etc. De manera sistemática y repetitiva, los comités científicos encargados de estos temas al interior de la OMS, son tomados bajo presiones de la industria norteamericana y europea, por funcionarios representantes de estas mismas empresas, fabricantes de estos productos tóxicos. El caso más flagrante es el del tabaquismo. Desde comienzos del siglo XX, los hospitales en todo el mundo se encontraban repletos de enfermedades asociadas al consumo del cigarrillo: carcinoma de pulmón, carcinoma de laringe, carcinoma de faringe, carcinoma de piso de boca, enfermedad coronaria, enfermedad vascular periférica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, ateroesclerosis, enfisema, enfermedad cerebro-vascular, bronquitis, etc. A pesar de las evidencias médicas al respecto, provenientes de todas partes del mundo, la OMS se negó durante décadas a tomar cartas en el asunto, esto con el fin de proteger intereses comerciales privados de estas empresas transnacionales en contra de la integridad física y la salud de miles de millones de habitantes del planeta. Valga decir que esta situación persiste hasta nuestros días. Los comités científicos no son integrados por médicos neumólogos, cardiólogos u oncólogos, sino por abogados, administradores de empresas, economistas y comerciantes provenientes de las industrias fabricantes. Hoy por hoy, el cigarrillo, causante de la enfermedad coronaria, es el responsable directo de la principal causa de muerte en el planeta Tierra. Esta situación se produjo con el silencio doloso y cómplice de funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, responsables de la salud mundial. Actualmente se intenta repetir la misma situación criminal e inmoral con el fin de permitir el enriquecimiento de la industria celular durante varias décadas.

El legislador colombiano afortunadamente articuló de manera visionaria la ley colombiana relacionada con la protección del medio ambiente, a los derechos fundamentales, como el derecho a la vida, el derecho a la salud y el derecho a un  medio ambiente sano. La ley 99 de 1.993 en su artículo 1º  numeral 6 señala: “Cuando exista peligro de daño grave e irreversible, la falta de certeza científica absoluta no podrá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces para impedir la degradación del medio ambiente (Principio de Precaución)”.

HECHOS


1.  Hace 2 años resido en la Carrera 12 A # 34 -56. Mi casa se encuentra ubicada a menos de 400 metros de la torre de telefonía celular o estación base de telefonía celular ubicada en la azotea del Edificio Guayacán en la dirección  Calle 78 # 90 – 12 de la ciudad de Medellín, barrio Los Electromagneticos.

2.  Mediante oficio M-13865, el Departamento Administrativo de Planeación del Municipio de Medellín, rindió concepto de factibilidad para la instalación de equipos de comunicación BTS- antenas, telefonía celular especializada, en el Predio # 8, correspondiente al Edificio Guayacán. Afirmó Planeación Municipal: “Se aprueba como antena a instalarse en edificio en altura, sin colocación de monopolo, NI TORRES, ni cerchas”. Se anexa fotografía tomada por Planeación Municipal de la TORRE de telefonía celular del Edificio Guayacán ubicado en la Calle 78 # 90 -12 de la ciudad de Medellín. (Se anexa copia del oficio M-13865 y copia de fotografía de la torre del Edifico Guayacán).

3. Ni el Municipio de Medellín, ni el Departamento de Antioquia, ni el Ministerio de Comunicaciones, ni el Ministerio de Protección Social, ni el Ministerio del Medio Ambiente, ni la curaduría respectiva, han realizado los ESTUDIOS MEDICOS sobre el impacto en la salud  de millones y millones de personas por la irradiación con campos electromagnéticos (microondas y/o radiofrecuencias) provenientes de la telefonía celular.
Tampoco han contratado médicos expertos internacionales para evaluar los efectos de los campos electromagnéticos en la salud y la integridad física de la mujer gestante y en el producto de la concepción humana. Se está violando flagrantemente la Etica Médica, la Declaración de Helsinki, la Declaración de Río, el Código de Nuremberg, la ley colombiana y la Constitución Política de la República de Colombia con el beneplácito de la Secretaría de Salud del Municipio de Medellín, el Servicio Seccional de Salud de Antiquia (Dirección Seccional de Salud de Antioquia) y el gobierno nacional. 
 Continua..........