27 septiembre 2009

Declaración de Alcalá / Abril - 2002

CONCLUSIONES


El rápido desarrollo y la extensión del uso de los teléfonos móviles como un nuevo elemento que forma parte de nuestra vida cotidiana es hoy un hecho incuestionable. Pero la puesta en uso de forma masiva de este medio de comunicación con indudables ventajas sociales, no se ha realizado con los debidos controles sobre los efectos que la exposición a RF de baja intensidad puedan tener sobre los tejidos biológicos. Aún no están perfectamente establecidos los efectos de la exposición a RF y el equilibrio funcional de la actividad biológica desde la más simple activación celular hasta los complejos procesos cerebrales superiores. Debido a que todavía no se comprende bien su mecanismo de acción sobre los organismos vivos no se puede establecer de forma concluyente sus efectos sobre la salud.

Desde hace ya bastantes años numerosos organismos internacionales han establecido programas de investigación e indicaciones sobre su uso que limitan de forma notable las consecuencias, aunque estos límites tan solo han sido establecidos sobre los llamados efectos térmicos, y como hemos puesto de manifiesto en este documento existen suficientes indicios para concluir que existen otros efectos de carácter no térmico, con efectos significativos sobre la salud y que no son suficientemente conocidos. Aún hace falta recorrer un largo camino que permita establecer con precisión la relación de causa a efecto y los mejores sistemas de protección ante los efectos indeseados del uso de las RF. En la organización mundial de la salud se ha puesto en marcha el programa "EMF Project", sobre los efectos para la salud y el medio ambiente de la exposición a campos magnéticos constantes y variables en el tiempo.

Estas nuevas investigaciones básicas clínicas conductuales y epidemiológicas deben establecer una metodología de trabajo que permita controlar con precisión los resultados para que no aparezcan como sucede en la actualidad una variedad de efectos en muchas ocasiones de forma contradictoria que lejos de establecer criterios y normas de control generan confusión. Es necesario establecer con precisión los efectos sobre:

>Alteraciones de la cinética del ciclo celular estableciendo el umbral de exposición a campos.

>Efectos en la proliferación transformación celular.

>Análisis de los umbrales de exposición llave de las señales de los mecanismos de transducción incluidos las interacciones de membrana.

>Establecer los umbrales de exposición para inducir cambios estructurales y funcionales en la membrana celular incluidos, transporte iónico, actividades enzimáticas, permeabilidad de la membrana, cambios de propiedades de los receptores

>Desarrollo de modelos controlados "in vitro" y que tengan directamente implicaciones para los mecanismos de interacción de campo incluidas las interacciones no lineales y los modelos de dinámica molecular.

>Establecer consecuencias inductivas en áreas cerebrales expuestas en proximidad y estudiar los cambios funcionales en actividades funcionales superiores (memoria,lenguaje etc.).

Desde los organismos públicos y también desde la industria deben ponerse en marcha los mecanismos que permitan establecer con rapidez estos efectos reales, a pesar de la complejidad que aparece, y la infinitud de consecuentes que aún tan solo se apuntan. Sin embargo esto no es una hipótesis de trabajo, la existencia de cientos de millones de emisores de RF con un crecimiento por encima de la telefonía fija, obliga a las
administraciones públicas y a la industria a establecer una cierta aplicación del "principio de precaución" hasta que no se conozcan con suficiente claridad las consecuencias para la salud.

En resumen, creemos que las recomendaciones de los organismos tales como el NIEHS y la OMS de extremar la precaución no están encontrando el respaldo de la sociedad en su conjunto, desde los propios ciudadanos hasta los organismos competentes.
Solo los que se encuentran en el marco de la investigación en este campo conocen las interacciones de estas ondas con los sistemas biológicos. Sin embargo hoy son instrumentos de uso cotidiano que inundan nuestras ciudades de forma invisible. Como todos los elementos que usamos a diario necesitan unos procedimientos de uso, que son desconocidos por la mayoría de la población .
No existen emisiones inocuas, aunque desconozcamos con precisión sus efectos debemos adoptar medidas de precaución que nos lleven a utilizarlos siguiendo parámetros de protección buscando en cualquier caso
niveles de exposición mínimos.

Además, la industria y por desgracia algunos centros públicos emiten constantemente comunicados que tachan incluso de irracionales o alarmistas las noticias que alertan de la necesidad de tomar adecuadas medidas de precaución.
En definitiva, de acuerdo con la literatura científica actual es difícil establecer un nivel de inocuidad y por lo tanto, las recomendaciones de la mayoría de gobiernos de la UE que basan sus criterios en la creencia de que solo existen los efectos térmicos deben de ser reconsideradas a la vista de las decenas de trabajos que describen daño celular funcional asociado a efectos no térmicos implícitos en la exposición a estas RFs.

Finalmente, hay que señalar que es necesario colocar la protección de la salud de los ciudadanos por encima de otras consecuencias de desarrollo o económicas, por lo que las normativas adoptadas por la UE siguiendo las recomedaciones del ICNIRP deben ser revisadas hasta límites donde hoy encontramos posibles alteraciones a nivel celular.

La conferencia de Salzburgo recomendó límites para la población situados en 0.1 W/cm2 , límite que ya han adoptado algunos municipios y la Comunidad Autonoma de Castilla La Mancha para los llamados lugares sensibles. Otros paises Europeos ( Italia, Suiza, etc) adoptan límites que se sitúan en niveles de exposición de 10 W/cm2 , no parece que tenga mucho sentido que en la Unión Europea existan criterios tan dispares a la hora de proteger la salud de los ciudadanos. Disminuir los niveles es posible también para la industria.
Hoy casi ninguna antena de telefonía móvil emite por encima de estos 10 W/cm2 por lo que no existe ninguna razón para mantener unos límites basados exclusivamente en el efecto térmico desconociendo los cientos de trabajos que encuentran efectos no térmicos y que han sido descritos en esta revisión.

Algunos de los efectos no térmicos que han sido estudiados incluyen la promoción de tumores, el incremento de la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, la influencia sobre los mecanismos que controlan el dolor y cambios en los patrones del sueño, aparición de cefaleas, trastornos de la atención etc. En 2000 la " Royal Society of Canada (RSC)( Havas 2000) (1), revisó los efectos de las RFs sobre la salud y remarcó la existencia de una evidencia creciente de efectos biológicos que ocurren a niveles muy bajos de RFs y que no estaban asociados a un incremento de temperatura. De esta forma concluyeron que aunque es todavía pronto para afirmar que tales efectos sean perjudiciales para la salud no hay evidencia científica que descarte
la posibilidad de que en el futuro pueda demostrarse la nocividad a bajos niveles de exposición .
Acercarnos a conocer cuales son los efectos reales de esta nueva tecnología que inunda nuestro planeta , necesita de colaboración y transparencia. La ciencia se construye sobre la senda de la contradicción y la divergencia de opiniones es necesaria.

Anular las voces discrepantes no nos acerca a la verdad tan solo, la oculta por un tiempo limitado. Es necesario que exista, un apoyo decidido tanto desde las administraciones públicas como del sector empresarial implicado en potenciar la investigación, de forma que estos nuevos conocimientos nos permitan situar la cosas en sus justos términos, por un lado proteger la salud, y por otro poder disfrutar de este nuevo medio que ha revolucionado la comunicación en el comienzo del siglo XXI



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