Antenas, celulares, cáncer y polémica: el caso de La Consulta
Mientras el coordinador del Programa Nacional de Seguridad Teleinformática, Ariel Garbarz, profesor de la UTN y la UBA, afirma que por una antena murieron de cáncer 63 personas la municipalidad de San Carlos realiza mediciones periódicas y afirma que las radiaciones no ionizantes actuales no son dañinas.
Por Carlos Fernandez, Publicado en MDZ el 2 de Octubre de 2010
Las radiaciones de la antena de telefonía celular que estuvo durante casi 11 años instalada en el centro de La Consulta –en la intersección de las calles Coronel Sasso y Bruno Villegas- pudo ser la causante de la muerte de 63 personas que vivían en un radio de 300 metros de la enorme torre, por melanomas y leucemia.
Así lo confirmó el ingeniero Ariel Garbanz, quien es el actual coordinador del Programa Nacional de Seguridad Teleinformática y profesor desde hace unos 30 años de la Universidad Tecnológica Nacional en Buenos Aires y de la Universidad de Buenos Aires.
Sin embargo, el intendente de San Carlos, Eduardo Difonso, relativizó la afirmación del especialista explicando que “no se pudo confirmar si las muertes se produjeron por culpa de la antena”.
“El dato es muy contundente porque en los diez años que estuvo la antena que por suerte hace tres semanas que fue sacada fallecieron 63 personas. Todas vivían en un radio de 300 metros de la antena y en su mayoría murieron por leucemia y melanomas. Mientras que en el resto de La Consulta no se han registrado casos”, manifestó el especialista, uno de los más importantes del mundo en seguridad telefónica, y que ha peritado numerosos casos en Mendoza, tanto como problemas de facturación, o en la época del rebalanceo telefónico.
Por ello remarcó que “el ejemplo es muy contundente porque la causal fueron las radiaciones no ionizantes de esa antena”.
Las radiaciones no ionizantes son las que produce la telefonía celular, desde una antena o desde un teléfono celular mientras está en comunicación y las ionizantes son las que producen minerales radioactivos o una máquina de rayos equis.
Si bien los estudios científicos encarados en 1996 por un programa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) -sobre las radiaciones no ionizantes aún no concluyen-, Garbarz explicó que “en ese trabajo se han detectado alteraciones fisiológicas en las células, no sólo humanas, sino también animales y vegetales a partir de esas radiaciones por lo que dictaminó el principio precautorio que sugiere protegerse lo más posible de las mencionadas radiaciones y además utilizarlas con la mínima potencia posible”.
Según el especialista, las radiaciones que produce un teléfono celular en uso “comienzan a afectar al usuario a partir de los diez minutos de uso continuo. Después de ese lapso es que se empiezan a detectar las primeras anomalías que se producen por efectos térmicos. Se empieza a enrojecer el lóbulo de la oreja. Uno comienza a sentir calor y no precisamente por la presión mecánica del teléfono sobre la oreja”.
“Que no esté demostrado aún científicamente que las radiaciones no ionizantes producen cáncer significa también, como no se sabe, que existe esa posibilidad. Ante ello es que hay que aplicar el principio precautorio”, consideró. Y agregó: “Este principio se aplica en Europa pero en Argentina no. Y en el caso de La Consulta la consecuencia fueron estas muertes”.
Mediciones realizadas en la polémica antena
En tanto, Garbarz, recordó cuando “hace un par de años atrás hicimos –por la UTN y la UBA y el programa conjunto que poseen ambas casas de altos estudios sobre seguridad teleinformática- mediciones en La Consulta y advertimos que las emisiones eran 10 y hasta 100 veces sobre el máximo aconsejado. Las mediciones las hicimos con un instrumento calibrado por el Comité de Salzburgo que es el mismo que trabaja para la Organización Mundial de la Salud”, dijo.
“Este instrumento –el medidor de radiaciones no ionizantes- yo lo traje personalmente de Inglaterra y fue el que utilizamos para medir las emisiones de la antena. Según las mediciones que hicimos eran entre 10 y 100 veces más altas sobre el máximo precautorio establecido por la OMS. Eso lo informamos al intendente Di Fonso, a la ONG de los vecinos...”, relató el especialista.
Algo cambió en la CNC
Ariel Garbarz, además de contar la experiencia en La Consulta con la polémica antena de telefonía celular, apuntó contra la gestión pasada de la Comisión Nacional de Comunicaciones, “cuando lamentablemente defendían los intereses de las grandes empresas telefónicas”.
Por una de sus visitas a La Consulta, manifestó que “tuvimos una discusión bastante fuerte con un representante de la CNC, quien mintió al confirmar que las emisiones de las radiaciones de la antena no afectaban a la salud humana”.
En ese sentido explicó que para que las antenas irradien menos “significa un costo mayor para las empresas de telefonía celular. Porque les conviene poner una sola antena con máxima potencia que poner muchas antenas, mucho más chiquitas, como se hace en Europa. Entonces no pasa nada”.
Un ejemplo que destacó el técnico en Mendoza “es el que vimos en San Rafael en la Bodega Bianchi. Allí pusieron antenas chiquitas para que los empleados de la bodega se puedan comunicar. Esas antenas están irradiando por debajo de lo que aconseja la OMS: 0,1 microvatios, y no producen ninguna alteración en la salud de los empleados”, valoró.
Basado en el ejemplo de Bianchi, se quejó: “Lamentablemente este criterio obviamente no fue el aplicado concretamente por Telefónica de Argentina con esa antena”, lanzó.
Sin embargo, el ingeniero en telecomunicaciones enfatizó que “por suerte ahora las cosas han cambiado en la CNC luego de que tomó la titularidad el actual interventor Ceferino Namuncurá con quien estuve reunido y ahora estamos trabajando -con él y la UTN- en un programa para que las emisiones por Internet en el país no alteren ni a la vida animal ni al medioambiente. Esa es la buena noticia”, destacó.
“Namuncurá, quien hace mucho tiempo está vinculado a la CNC y por ello ha recorrido mucho el interior del país, sobre todo localidades que no son rentables para las grandes empresas de telefonía, es un defensor de las cooperativas telefónicas. Por lo tanto no responde en general a los intereses de las grandes empresas”, explicó.
Di Fonso relativizó la afirmación de Garbarz
Por su parte, Eduardo Difonso, recordó que “el ingeniero Garbarz vino a La Consulta a realizar mediciones contratado por un grupo de vecinos que no alcanzaron a ser una ONG. Era un grupo de vecinos auto convocados sin personería jurídica”.
Sobre el punto fuerte de la afirmación de Garbarz –sobre las 63 muertes por cáncer producido por la antena- analizó que “hubo distintas patologías que presentaron los vecinos que fallecieron de cáncer. Algunos tenían dolencias de tipo digestivas, otros por tabaquismo lo que produjo cáncer de pulmón”, manifestó.
En ese sentido expresó que “no se pudo detectar que esos fallecimientos por cáncer son atribuibles a la antena porque según un médico oncólogo ese número es un promedio de cáncer en general, no solo de esa zona, sino de cualquier pueblo. Aparte hay distintos tipos de patologías, por distintas situaciones, en un lapso de 10 años o más”. Y agregó: “El estudio que falta hacer es si ese promedio –de unos 60 casos- se produce también en lugares donde no hay antenas. Pero por el criterio precautorio se puede trabajar en ese sentido”, marcó.
Requerido sobre la afirmación de Garbarz quien comprendió a los más de 60 casos de muertes por cáncer dentro de un radio de 300 metros de distancia a la antena, Difonso aconsejó: “En realidad yo creo que esa es una definición por la cual me gustaría que aporte los datos. Porque la afirmación puede resultar muy alarmista”.
Asimismo, el jefe comunal de San Carlos, destacó que “después de las mediciones que realizó Garbarz nosotros hemos seguido trabajando con las UTN y la UNCuyo y las mediciones ahora dan bien”.
La Consulta actualmente posee una población aproximada de unos 17.500 habitantes. Hoy los vecinos que antes estaban inquietos por la polémica antena, según el intendente Difonso, “están más tranquilos porque ha sido emplazada dentro de lo que dispone la nueva ordenanza, a 300 metros de la zona urbanizada, porque ya entró en vigencia la nueva normativa”.
A continuación tres informes realizados por la UTN en San Carlos:
Informe de Calles Sasso y Villegas
Informe de Sixto Videla y Bustos
Informe de Eugenio Bustos