07 mayo 2009

Los Niños y Los Teléfonos Móviles: La Salud de las Generaciones Siguientes en Peligro

Comité Nacional Ruso para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes

(Russian National Committee on Non-Ionizing Radiation Protection)

Moscow, Russia                                                  14 April 2008

Por primera vez en la historia, nos enfrentamos a una situación en que la mayoría de los niños y adolescentes de todo el mundo son continuamente expuestos a la influencia potencialmente adversa de los campos electromagnéticos (CEM) de los teléfonos móviles.

Campo electromagnético es un importante factor Biológico, afectando no sólo la salud humana en general, sino también los procesos de la actividad nerviosa superior, incluyendo el comportamiento y el pensamiento. La radiación directa afecta el cerebro humano cuando la gente usa los teléfonos móviles.


A pesar de las recomendaciones, que figuran en las Normas Sanitarias del Ministerio de Salud, que insisten en que personas menores de 18 años no deben utilizar los teléfonos móviles (SanPiN 2.1.8/2.2.4.1190-03 punto 6,9), los niños y adolescentes se han convertido en el grupo objetivo para la comercialización de las comunicaciones móviles.


Las normas de seguridad vigentes para la exposición a las microondas de los teléfonos móviles se han desarrollados para los adultos y no tienen en cuenta los rasgos característicos del organismo de los niños. La OMS considera que la protección de la salud de los niños de la posible influencia negativa de la CEM de la telefonía móvil como una tarea de máxima prioridad. Este problema también ha sido confirmado por el Comité Científico de la Comisión Europea, por las autoridades nacionales de los países europeos y asiáticos, por los participantes de conferencias científicas Internacionales sobre los efectos biológicos de los CEM.


Los posibles riesgos para la salud de los niños son muy altos:


- la absorción de la energía electromagnética en la cabeza de un niño es considerablemente más alto que en la cabeza de un adulto (de los niños cerebro tiene mayor conductividad, menor tamaño, los huesos del cráneo delgados, menor distancia de la antena, etc);


- organismo de los niños tiene más sensibilidad a la FEM, que el adulto;


- cerebro de los niños tiene mayor sensibilidad a la acumulación de los efectos adversos en


condiciones de la exposición crónica a los CEM;


- Los CEM afectam a la formación del proceso de la actividad nerviosa superior;


- los niños de hoy pasan más tiempo fundamentalmente el uso de teléfonos móviles, que los adultos de hoy.


De acuerdo con la opinión de la Comité Nacional Ruso para la Protección Contra las Radiación No Ionizantes, los siguientes peligros para la salud son probablemente a los que se enfrentaran los niños usuarios de telefonía móvil en el más cercano futuro: alteración de la memoria, disminución de la atención, el aprendizaje y la disminución de las capacidades cognitivas, aumento de la irritabilidad, problemas para dormir, aumento de la sensibilidad al estrés, mayor preparación de epilepsia.


Previsibles (posibles) riesgos de salud a largo plazo: tumores cerebrales, tumores de acústica y vestibular los nervios (en la edad de 25-30 años), la enfermedad de Alzheimer " demencia", síndrome depresivo, y el otros tipos de degeneración de las estructuras nerviosas del cerebro (a la edad de 50 a 60 años).


Los miembros del Comité Nacional Ruso para la Protección Contra las Radiación No Ionizantes, destaca de urgencia en última instancia a defender la salud de los niños de la influencia de los CEM de los sistemas de comunicación móvil. Hacemos un llamamiento a las autoridades gubernamentales, a toda la sociedad a prestar más atención a esta amenaza que se avecina y para tomar las medidas adecuadas a fin de evitar consecuencias negativas para la salud de la futura generación.


Los niños en el uso de comunicaciones móviles no son capaces de darse cuenta de que someten a sus cerebros a la radiación de los CEM y arriesgan su salud. Creemos que este riesgo no es mucho menor para la salud de los niños que el tabaco o el alcohol. Es nuestra obligación profesional de no dejar que se dañe la salud de los niños por la inactividad.


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